10 Nov 2018
Gastar con inteligencia
¿Alguna vez te arrepentiste de algo que compraste con la mayor ilusión, y que después no resultó tan satisfactorio como esperabas? Todos tenemos en ocasiones la sensación de haber desperdiciado nuestro dinero.

¿Cómo conseguir que esto ocurra con la menor frecuencia posible (o, preferiblemente, nunca)? Veamos algunos trucos:
- A cualquier edad, el presupuesto personal es la herramienta que te permitirá tomar las mejores decisiones y obtener el máximo valor de tu dinero.
- Antes de comprar un bien o servicio, pensá dos veces si lo necesitás. Pero si además tenés que endeudarte para conseguirlo... ¡pensálo tres veces! Las deudas son una carga que mañana pueden impedirte conseguir algo realmente importante para vos.
- Compará precios y condiciones, especialmente cuando se trata de una compra importante. Es un tiempo bien empleado y que puede ahorrarte mucha plata. Por ejemplo, elegí la compañía de telefonía que te ofrezca un mejor plan de tarifas, según tus verdaderas necesidades de uso.
- Si sos estudiante, la libreta universitaria te permitirá acreditar tu condición y acceder a un buen número de descuentos y tarifas especiales, en todo tipo de bienes y servicios. No conviene subestimar el ahorro que suponen todas estas oportunidades, aunque a veces no se aprovechan por pereza o simple desconocimiento. Preguntá siempre si hay precios o tarifas especiales para estudiantes o jóvenes. ¡Muchas veces te responderán que sí!