10 Nov 2018
Controlando los gastos
Tener un empleo no sólo significa ganar plata; también es posible que aparezcan en tu vida nuevos gastos que nunca antes tuviste que considerar.

Por ejemplo, tal vez tu puesto exija vestir de una forma determinada. Posiblemente tenés que desplazarte hasta el lugar de trabajo y, aunque el transporte público suele ser la opción más sustentable y económica, a veces no hay más opción que moverse en auto... con todos los gastos de mantenimiento y nafta que esto supone.
Además de estos gastos necesarios, lo normal es que se nos ocurran muchas otras formas agradables de emplear esos ingresos que recibimos cada mes.
La vida está para disfrutarla, pero ahora depende de vos sacar el mayor provecho de aquello que ganás con tu esfuerzo. Controlar tus gastos es más fácil de lo que pensás, con sólo tres sencillas ideas clave:
CLAVE 1
Fijate en lo que ingresás y lo que gastás llevando un presupuesto personal. Es una costumbre que ocupa poco tiempo y te evitará una molesta pregunta: "Pero ¿dónde se fue toda la plata que gané?".
CLAVE 2
Apartá todos los meses una pequeña cantidad de plata y ponéla en una cuenta de ahorro. Consideralo como un "gasto fijo", igual que el gas o la comida. Si te acostumbrás a no contar con ese dinero, no será un esfuerzo y juntarás el dinero necesario para tus proyectos con más facilidad de la que imaginás. Consultá la sección Iniciar proyectos personales.
CLAVE 3
Tener una cuenta bancaria puede darte acceso a posibilidades de financiamiento, como préstamos y tarjetas de crédito. Son instrumentos necesarios y a menudo imprescindibles, pero el truco está en usarlos con cabeza. Para endeudarte con inteligencia, consultá desde ya la sección Cuándo y cómo endeudarse.